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Mis propuestas para España

Por: Antumi Toasijé, historiador, politólogo

Los que me conocen de un modo cercano, personal, en ocasiones me lanzan una insidiosa e interesante pregunta. Básicamente el enunciado suele ser algo así como: ¿tú que siempre estás haciendo propuestas para África y los africanos, porqué no propones algo para España, al fin y al cabo vives aquí? Y algunos añaden malévolamente (lo digo con cariño) ¿acaso los españoles (excepto los africano-españoles) no te importan? Bueno, creo que ha llegado el momento de hacer dos cosas, la primera, explicar porqué apenas la emprendo en mis escritos con la política local y la segunda explicar cuales son mis propuestas para España como Estado.

En lo que respecta a mi negativa a analizar la política local, excepto en lo tocante a comunidades africanas, diré que siempre he creído en la especialización, me parece que para hablar de todo hay que tener unas capacidades o una osadía de las que carezco. En historia, por ejemplo, cada uno se especializa en una época y a menudo en una época dentro de un país, y no es raro especializarse en un remoto lugar dentro de un país en una época, por no hablar de quienes se especializan en un tema concreto dentro de un remoto lugar en un país y época concretos. No sé si tanta especialización es buena, pero produce excelente resultados. Otra de las razones por las cuales no he escrito sobre política española, salvo lo dicho, es porque mis ideas son demasiado drásticas y es un ejercicio lleno de vicio hablar demasiado de lo improbable ya que la principal razón por la cual las cosas no cambian es por el juego de interesas subyacente y las inercias históricas mucho más que por que no haya ideas. La pregunta por tanto es: ¿propuestas para qué? Bueno, voy a ser optimista y pensar que alguien puede recoger alguna de ellas, al menos en parte. Así pues voy a emprenderla con lo prometido al principio, pero más que nada para poder callar a mis amigos y remitirles a este texto y que me dejen seguir con lo mío que es África.

Mis propuestas para España son tales, que exigirían una reforma profunda de la constitución, algunas de estas propuestas son obvias y están muy oídas, otras no. Soy republicano convencido, así que ya imaginarán lo que creo al respecto de la monarquía. Pero tampoco soy de los que creen que la transición a una república deba hacerse de un modo traumático. Entiendo que la mejor forma sería sentenciar mediante reforma constitucional que Juan Carlos I sea el último Rey y que a su fallecimiento o abdicación no haya sucesor. Hasta que esto ocurra no se habrá liquidado la transición. Asimismo de un modo pragmático entiendo que a los miembros de la familia real se les deberán mantener sueldos a cambio de que realicen un trabajo de 40 horas semanales para una fundación nacional, cultural o de similar índole.

Una de las propuestas más radicales de mi modo de entender este hecho sociopolítico que llamamos España, es referente a la distribución territorial. Se habla del gasto de las múltiples administraciones y yo estoy de acuerdo. En primer lugar estoy de acuerdo con que se supriman los ayuntamientos menores, por ejemplo de 10.000 habitantes a menos que se encuentren aislados de otra población mayor. Pero entiendo que había que suprimir sobre todo la provincia como tal de un modo que no he oído en nadie: transformando cada provincia en una Comunidad Autónoma, a excepción del País Vasco donde las provincias son tan pequeñas que podrían ser una sola. Toda administración provincial desaparece por este medio y se produce un reequilibrio poblacional y territorial, es cierto que se multiplican las administraciones de las comunidades, pero analicemos la cuestión, actualmente hay 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas. La desigualdad poblacional y territorial entre las Comunidades Autónomas es tal que los extremos son los siguientes: Andalucía tiene 8,353.000.000 habitantes mientras que La Rioja tiene 321.000 cerca de 26 veces menos. En territorio Castilla León tiene 94.223 km2  mientras que Cantabria o la Rioja apenas superan los 5000, es decir una relación cercana a 1/20. Si Andalucía estuviese constituido por 8 comunidades autónomas, la más habitada sería Sevilla con 1,875.462 habitantes y una superficie de 14.042 km2. El reequilibrio es más que evidente. Y me preguntarán ¿qué importa esto del reequilibrio? Pues con esta nueva relación territorial se puede eliminar el Senado de una vez por todas. Si cada provincia presenta entre uno y 5 diputados en relación a su población el sistema electoral actual se vuelve más justo. Asimismo para reducir duplicidades cada presidente autonómico debería ser diputado a su vez de modo automático.

Otra audaz propuesta hace referencia a los salarios y la clase política. Hace tiempo que barrunto que el salario mínimo interprofesional debería ser la base sobre la que se calculen todos los salarios de los cargos y trabajadores públicos. Ningún cargo público debería recibir un salario superior a 10 veces el salario mínimo. Las categorías profesionales en la administración y en general en todo empleo público, entiendo yo, podrían calcularse sobre la base de múltiplos del Salario Mínimo. Por ejemplo un presidente del gobierno cobraría el SM multiplicado por 10, un ministro el SM por 9, un diputado el SM por 8, un alcalde de una población superior a 1 millón de habitantes el SM por 7, el alcalde de una población entre 100.000 y 500.000 habitantes el SM por 7.5, etc. Lo mismo se aplicaría a trabajadores públicos. Por ejemplo un maestro cobraría el SM por 5 y un profesor el SM por 6, etc. De este modo, para que nadie en la administración o entre la clase política se pueda subir el salario será necesario subir antes el Salario Mínimo Interprofesional.
Tema laboral, empresarial e impositivo. Evidentemente creo en la igualdad laboral total, también entre nacionales y extranjeros y creo en el visado de búsqueda de empleo, pero además para que haya una igualdad efectiva debería existir un contrato único. Contrato único, suena interesante y dificil… ¿pero cómo? bueno para que esto sea así de verdad, yo voy más allá, los funcionarios, entre los que me encuentro, deberíamos tener los mismos derechos y privilegios que el resto de los trabajadores. Por mucho examen que se haga, entiendo que el Estado debe ser un contratador más y entiendo que los contratadores privados no deben ofrecer peores condiciones que el Gran Contratador. Pensémoslo con detenimiento y lo digo con conocimiento de causa ¿porqué seguimos arrastrando el anacronismo de las plazas en propiedad? Sólo el concepto me retrotrae al Antiguo Régimen en el que los nobles heredaban puestos, claro que ya no es así, pero el puesto queda tan intocable como si hubiese sido heredado. El contrato único debería generar derechos desde la primera hora de contratación, la indemnización por despido, por ejemplo debería ser una proporción matemática sobre cada hora trabajada, una proporción representable en una curva con un elevado arranque y tendente a una meseta con el tiempo. ¿Por qué se sigue hablando de tramos para todo? Con los dichosos y arbitrarios tramos se calcula de todo, desde qué ayudas se pueden percibir hasta qué se debe pagar. ¿Acaso no hay matemáticos para calcular bien las cosas al céntimo? No es lo mismo un salario de 900 Euros que uno de 901 pero tampoco es de recibo que la diferencia entre ganar una cosa o la otra sea por ejemplo recibir o no recibir una ayuda social. Por culpa de los tramos de cotización por ejemplo, la gente prefiere cobrar menos en determinados casos por cotizar mucho menos. No más tramos, curvas matemáticas. No voy a terminar este apartado sin decir que no se debería percibir ningún impuesto que no lo sea sobre las ganancias o el consumo, si un Sr. Autónomo o empresario no gana y esto se demuestra mediante auditorías estatales, simplemente no debería pagar impuesto alguno.

Lo anterior me recuerda al tema de la minoría y la mayoría de edad, cuando se tienen 18 años a la comisión de un delito la pena es generalmente el doble que cuando se tienen 17 años 11 meses y 30 días. En el plano de la Ley penal no es de recibo que haya disparidades estrambóticas como que una persona que piratea CD’s puede tener casi tanta condena como un pederasta. O que un Sr. Que ha robado por valor de 1000 Euros pase casi el mismo tiempo en prisión que uno que ha robado 1,000.000.

Hablando de dinero… ¡La banca! Sólo oír esta palabra suena terrorífico. Para que no siga dando tanto miedo mis propuestas son básicamente tres; la primera: regreso al patrón oro. Así sabemos que la economía se basa en algo más que en los caprichos de los inversores (que también son bancos no nos engañemos) y sus agencias de calificación-chantaje. Para lo anterior, evidentemente hay que salirse del Euro, esto no es lo mismo que salirse de Europa, y si no que se lo digan a Gran Bretaña, esta es la segunda propuesta ¿ha ganado España más con el Euro que si él? Al criterio del lector lo dejo. La segunda propuesta es que los cargos del banco de España sean electos por sufragio directo, sí, repito electos, en unas elecciones con candidatos y campaña y toda esa parafernalia, lo mismo entiendo yo que debería regir para los miembros del Tribunal Constitucional.

Ya lo avisé son propuestas osadas, difíciles. Amigo lector (como se decía otrora) si has tenido la valentía de leer hasta aquí sin soltar una carcajada, es que has entendido el transfondo de lo que digo y también el porqué no me meto en lides políticas locales. En fin, lo dicho, vuelvo a lo mío.

Parla, Madrid, 24 de febrero de 2011

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2 comentarios:

  1. Me ha gustado... aun siendo osado, no sabia tu opinión sobre los temas locales :)

    Pero... creo que lo único que pasará de todo lo que has dicho, es que volveremos al patrón oro, es mi opinión personal, equivocada o no, mía es.

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Antumi Toasijé

Antumi Toasijé
Doctor en Historia, Cultura y Pensamiento

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