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Frantz Fanon, la psicología de la opresión
Por: Luciana McNamara
Frantz Fanon
Oh, cuerpo mío, haz de mí, siempre, un hombre que se interrogue!
Frantz Fanon
Hace poco tiempo declararon mundialmente a Venezuela Territorio Libre de Analfabetismo. Esto implica que más del 90% de la población sabe leer y escribir. Un gran paso en el camino del saber y en consecuencia de liberación de viejas opresiones que, por desconocimiento, las hemos considerado universalmente naturales y parte inherente de nuestro existir. Pero muchos libros, muchas lecturas nos dicen lo contrario. Nos dicen por ejemplo, que esas viejas opresiones son las mismas que las de ahora pero con otro vestido, usando otro nombre y mostrando otra máscara. Nos hablan sobre el orden del mundo: aquel que nos han hecho creer como "normal" estando en realidad podrido y errado y que, no obstante, el cambio hacia un mundo más justo y equitativo es posible; y que la esperanza de ver erradicada la subyugación, el racismo, la discriminación, la explotación y el capitalismo como único sistema económico -y de vida- posible se halla en el conocimiento y en la unión de esos conocimientos en cada uno de los pobladores del planeta; sobre todo en los "desheredados", en los condenados de la Tierra.
En este sentido, un planteamiento clásico de liberación construido desde el malestar y sufrimiento del discriminado es el que a mitad del siglo XX propuso Frantz Fanon, un hombre negro que a partir de esa condición o (construcción) racial, analizó cómo la situación mundial degrada y condena, no sólo la negritud, sino a todo aquel que representa debilidad e inferioridad desde el punto de vista hegemónico o dominante. La obra de Frantz Fanon contiene claves esenciales para el entendimiento de las relaciones entre dominante-dominado, entre colonia e imperio, el campo de lo negro y lo blanco, así como la naturaleza del colonialismo, el neocolonialismo (o imperialismo) y más recientemente la llamada globalización. Fanon realiza un diagnostico socio-histórico profundo del comportamiento tanto del oprimido como del opresor desde una perspectiva psicológica y del patrón conductual de los países por un lado calificados por el lenguaje hegemónico de "Tercermundistas" y por el otro de los autocalificados "Primer mundo", entendiéndose los primeros como víctimas del proceso de expansión europea llamado colonialismo llevado a cabo por los segundos. Desalienar la alienación que por siglos a recaído sobre la espalda de millones de hombres y mujeres, es uno de los objetivos de Fanon: "El negro es un hombre negro; es decir, que al calor de una serie de aberraciones afectivas, se ha instalado en el interior de él, un universo del que bueno será hacerle salir. El problema tiene su importancia. No buscamos otra cosa, nada menos, que liberar al hombre de color de sí mismo. Caminaremos muy lentamente, porque hay dos campos: el blanco y el negro(...). Sólo habrá una desalienación auténtica en la medida en que las cosas recuperen su lugar, en el sentido más materialista(...). La verdadera desalienación del negro implica una toma de conciencia abrupta de las realidades económicas y sociales. El complejo de inferioridad se deriva de un doble proceso:
- Económico, en primer lugar
- Por interiorización o, mejor dicho, epidermización de esta inferioridad, después (Fanon, 1973: 8,11,10).
Con una sencillez encantadora y una lucidez atrapante, Fanon trata de elucidar cómo la humanidad fue edificando esos odios raciales partiendo de la actitud que ambos bandos asumen en consecuencia, sobre todo el del "negro" en el mundo de los "blancos": "Estimamos que, a causa de la presencia de las razas blanca y negra, hay un complejo masivo psico-existencial. Al analizarlo apuntamos a su destrucción. Muchos negros no se descubrirán a sí mismos en las páginas que siguen. Algo semejante les ocurrirá a muchos blancos. Pero el que yo me sienta extraño al mundo de la esquizofrenia o al del impotente sexual no afecta para nada la realidad de ambos (...).
Esta obra es un estudio clínico. Los que se reconozcan en ella creo habrán avanzado un paso. Quiero verdaderamente que mi hermano, negro o blanco, sacuda con la mayor energía el lamentable caparazón de servidumbre construido durante siglos de incomprensión" (Fanon, 1973:12).
Frantz Omar Fanon nació en la isla de Martinica cuando ésta era colonia francesa (Fort-de-France) el 20 de julio de 1925 en una familia bastante acomodada en relación a sus congéneres: la mayoría descendientes de esclavos africanos forzados a trabajar en las plantaciones de caña de azúcar. Allí, junto a sus ocho hermanos vivió toda su infancia y adolescencia sufriendo la violencia propia de un pueblo colonizado y además, desmoralizado y despreciado por ser de color. Fue testigo de los innumerables abusos físicos y sexuales que las tropas navales francesas de Vichy cometieron luego de que Francia se rindiera ante los Nazis en 1940, formándosele una profunda irreverencia a toda forma conocida de opresión. Tal vez, esta sea la razón por la que entre los quince y dieciséis años comienza a participar en actividades políticas y a formar parte de la resistencia contra las mencionadas tropas escuchando las ideas de uno de sus grandes maestros de juventud: Aimé Césaire. Tres años después de la llegada de los soldados pro nazis de la Francia de Vichy (a sus dieciocho), ingresa como voluntario en las Fuerzas de Liberación Francesa en Dominica, colonia británica para ese entonces, uniéndose más tarde a las filas del ejército Francés en la guerra contra la Alemania Nazi, en la Segunda Guerra. Fanon estuvo oscilando durante un corto período entre las trincheras de guerra y la casa del novelista Paul Bourget, sobre todo en la vieja librería de este escritor, crítico y novelista francés cerca de Montbéliard. Para 1944 Fanon fue herido en la Batalla de Alsacia recibiendo por ello un reconocimiento: la medalla de la Croix de Guerre. Sin embargo, Fanon escribe en una carta a sus padres que: "Si nunca regreso, si ustedes un día escuchan que yo he muerto luchando contra el enemigo, traten de reconfórtense de la única manera que conocen pero, no piensen que yo he muerto defendiendo una causa honorable (...) Aquí no hay nada, absolutamente nada que justifique mi apresurada decisión de proclamarme defensor de los derechos de los agricultores cuando a ellos mismos les importa un bledo los derechos". Posteriormente, cuando ya la victoria de los aliados estaba cerca, el regimiento de Fanon fue "blanqueado", por lo que él y todos los soldados no blancos fueron desembarcados en Toulon (Provenza).
Fanon regresa a Martinica por poco tiempo. Completa sus estudios de Bachiller mientras forma parte activa de la campaña electoral de su mentor intelectual y amigo Aimé Césaire, quien se presentó como candidato comunista a la Asamblea de la Cuarta Republica Francesa. Al culminar su estadía regresa a Francia ingresando en la Universidad de Lyon, en la que estudia Medicina con especialización en Psiquiatría. Dentro de la Universidad fue un estudiante activo, responsable de la publicación del periódico mimeografiado llamado Tam-Tam y comienza a escribir sus ensayos sobre la colonización, el racismo y sus efectos. Se conecta con intelectuales como Sartre, Merleau Ponty, Kierkegaard, Jaspers, Nietzsche, Hegel, así como con lecturas africanistas en las plumas de Césaire, Diop, Senghor, entre otros. Realiza su residencia en Saint-Alban en el año 1952 sumergiéndose en el estudio de la psiquiatría, y antes de dejar Francia publica su primer análisis Piel Negra, Mascaras Blancas (1952) con el título original de: Un Ensayo sobre la Desalienación del Hombre Negro.
El libro analiza el impacto que ha tenido el colonialismo y sus efectos deformantes que recaen mayormente en los derechos civiles de los hombres alrededor del mundo. Fanon argumenta que el colonialismo blanco ha impuesto un falso existencialismo y una existencia degradante a sus víctimas de color (o "tercermundistas") a medida que ha exigido una actitud de conformidad a esos valores distorsionados. El colonizado no es un ser humano, es un ser inferior que debe ser obligado a aceptar tal condición como única verdad y así poder "ganarse el derecho" de vivir en el mundo de los blancos, el del colono. El libro muestra cómo el problema de la raza, del color, se conecta con toda una serie de palabras e imágenes a su vez en conexión directa con una simbología que empieza en el lado oscuro del alma. "¿No es la blancura un símbolo al cual, en Francia, siempre se le atribuye a la Justicia, a la Verdad, a la virginidad?".
Frantz Fanon deja territorio francés para retornar a Martinica y allí, ese mismo año del 52, trabaja en el área de psiquiatría del Hospital de Vauclin. En poco tiempo regresa al viejo continente quejándose de la poca apertura mental que abunda en su tierra y se une al equipo de trabajo del Hospital de Saint-Alban. Su mentor, el psiquiatra catalán Francisco Tosquelles comentó alguna vez que: "Su mera presencia puede comprometer la capacidad crítica de los demás, y que su agudo sentido de la fraternidad le permitió reflejar su lúcido entendimiento de las diferencias como un dar". Al siguiente año se casa con Marie-Josephe (Josie) Duble, una joven blanca oriunda de Lyon con quien estuvo por el resto de su vida. Tuvieron un solo hijo, Oliver, para Fanon el segundo, ya que en 1948 se convirtió en padre de una niña llamada Mireille, la cual fue reconocida sin contraer matrimonio con su madre.
A este hombre de ya 28 años, siempre lo perseguía un sueño: el de irse lejos, al norte del continente africano apartado del dominio blanco para vivir tranquilo y dedicarse totalmente a la especialidad que le apasionaba: la psiquiatría. Descubrir cómo operaba la mente del ser humano inmersa en un mare mágnum de simbolizaciones e interpretaciones negativas sobre sí mismo era un tema que lo obsesionaba. Mientras tanto la revolución argelina le atrae como un imán y se convierte en uno de sus más famosos combatientes en 1956, socialista revolucionario desde finales de los años 50. Pero antes, en su afán de investigar a profundidad los problema de pacientes en territorios colonizados, Fanon acepta un contrato para trabajar en el hospital mental Blida-Joinville en Argelia. En ese hospital argelino fue el jefe del departamento médico de psiquiatría y aplicó algunas ideas de Tosquelles. Innovó prácticas de Terapia de Grupo e instituyó reformas en la atención de los pacientes. Desaparecieron los electroshock; se introdujeron el trabajo y la música como terapias; se habilitó un gran salón para cafetería; se hizo un periódico escrito por enfermos; se incentivo el deporte; etcétera.
En el ínterin estalla la guerra civil en Argelia y Fanon, impactado por las historias de tortura de hombres y mujeres que acudían desesperados en busca de ayuda -tanto torturadores franceses como argelinos víctimas de tortura-, incursiona en un sinfín de casos que dan cuenta de las dimensiones del régimen colonial y de cómo desarticulaba la estructura psíquica de las personas. Así comienza a apuntar sus observaciones y a analizar sus escritos que publica más tarde en la última parte de su libro Los condenados de la Tierra. En 1954, el Frente de Liberación Nacional (FLN) inicia su batalla contra el dominio francés y después de trabajar tres años en el Blida-Joinville, Fanon se aleja de sus faenas para unirse ese mismo año y de manera clandestina a dicho Frente. El destacado psiquiatra se compromete de lleno con la resistencia al colonialismo francés, y comienza a viajar por toda África con el propósito de ampliar y enriquecer sus estudios culturales y psicológicos acerca de los africanos en general y las consecuencias que allí ha tenido el colonialismo. No obstante, tales viajes eran también empleados para, clandestinamente, visitar algunas bases del FLN y diseñar estrategias de guerra. Viaja a los campamentos guerrilleros de Mali y del desierto del Sahara, esconde "terroristas" en su casa y entrena a montones de enfermeras para curar a los heridos.
En 1954 fue partícipe del nacimiento de la revolución argelina y la violenta represión de las fuerzas coloniales francesas. Como consecuencia de esto, Fanon expresa su descontento renunciando formalmente a su cargo en el hospital y dedicándose plenamente a la causa argelina. En el verano del 56 escribe su famosa Carta Pública de Renuncia al Ministro Residente declarando que los acontecimientos de Argelia son "la consecuencia lógica de una tentativa abortada de descerebrar a un pueblo" (Hacia la Revolución Africana); y como resultado fue expulsado de Argelia. La carta de renuncia resume su teoría de la psicología de la dominación colonial y la declara incompatible con la ética psiquiátrica rechazando de cuajo su pasado asimilacionista y cualquier símbolo que representara sumisión ante los abusos coloniales. Ese mismo año participó activamente en el Congreso de escritores negros en la Sorbona, en París, donde se reunieron los nombres más importantes del movimiento de la negritud. Y para enero de 1957, el gobierno francés decide expulsarlo definitivamente de Francia por lo que viaja a Túnez para continuar con sus actividades políticas. Encuentra trabajo en el hospital psiquiátrico de La Menouba mientras se une al equipo editor del periódico del Frente de Liberación Nacional (Front de Liberation Nationale) conocido como El Moudjahid. Sus escritos se transformaron en documentos indispensables para aquellos que día a día se enfrentaban al régimen colonial y recogían su pensamiento panafricanista; coleccionados y publicados después de su muerte bajo el nombre Hacia la Revolución Africana. En ellos, Fanon se revela como uno de los estrategas del FLN y principales teóricos de la revolución argelina, del anticolonialismo y del "tercermundismo". Durante este período también funda la primera clínica psiquiátrica de África y escribe prolíferamente sobre el movimiento anticolonial incluyendo los textos: Les Temps Modernes, Presence Africaine y L'an V de la révolution algérienne, conocido en español como Sociología de la Revolución; libro que fue secuestrado inmediatamente por llamar abiertamente a la lucha armada contra el imperialismo francés.
En diciembre del 58 acude al Congreso Panafricano de Accra en Ghana -bajo el seudónimo de Doctor Omar-, donde se relaciona amistosamente con intelectuales africanos como Kwame Nkrumah (Ghana), Tom Mboye (Kenya), Félix Moumi (Camerún), Patrice Lumumba (Congo) y Roberto Holden (UPA, Angola), todos ellos estudiosos aplicados al anticolonialismo. En 1959 es nombrado embajador itinerante del Gobierno Provisional de la República de Argelia con sede en Accra. Durante el corto tiempo en que ocupó este cargo acudió a los encuentros de Conakry, Addis Abeba, Leopoldville, Cairo y Trípoli. En marzo del 60 fue además el encargado de estudiar las posibilidades de crear un tercer frente a través del sur del Sahara, viajando por Mali hasta la frontera de Argelia. Y a pesar de que la muerte se le había acercado en varias oportunidades, por ejemplo, cuando sobrevivió a la masacre de 1957 en la que el FLN mató a 300 personas sospechosas de apoyar a un grupo rebelde rival; cuando en 1959 sufrió una parálisis temporal al volcar el jeep en el que se trasladaba por la explosión de una mina; o cuando también sobrevivió a un intento de asesinato en Libia; no la había sentido tan de cerca hasta que, es esa expedición de inteligencia por el Sahara a principios de 1961 le diagnostican Leucemia.
En aquella primavera escribió los ensayos que aparecieron en otoño, en vísperas de su muerte, con el título Les damnés de la Terre, (Los Condenados de la Tierra) su obra más madura y al mismo tiempo, el mayor de los documentos teóricos de la revolución de los pueblos colonizados. Realiza su último viaje a Roma en el que se encuentra con Sartre y Simone de Beauvoir."Hay una extensa e interesante descripción del encuentro y de la personalidad de Fanon por parte de Beauvoir en su libro La fuerza de las cosas (...) Justo es notarlo, para Fanon, Sartre fue uno de los más importantes, sino el más importante de sus interlocutores en el mundo intelectual de la época"[1], tanto, que prologa su más reciente publicación.
Viaja a Moscú para tratarse la enfermedad pero los médicos soviéticos no le dan más que cinco años de vida. En octubre del 61 logra entrar a los Estados Unidos con un nombre falso (Ibrahim Fanon) ayudado por un agente de la CIA. Fue hospitalizado en el Instituto Nacional de Salud en Bethesda (Maryland), pero, lamentablemente Fanon fallece el 12 de diciembre de ese año de 1961. Su cuerpo fue trasladado a Túnez y enterrado con honores en el Cementerio de los Mártires (Chouhada) en Ain Kerma (en el este de Argelia). Le sobrevivieron su esposa y sus hijos Olivier y Mireille. No obstante, Josie Dublé de Fanon, su esposa, se suicidó en Argelia en el año 1989. Como se comentó en a propósito de su muerte en El Moudjahid:"Murió de leucemia en un hospital estadounidense y su cuerpo fue enviado a Túnez en un Lockheed Electra II para ser sepultado en suelo argelino. A las dos y treinta de la tarde del 12 de diciembre de 1961, una pequeña columna cruzó la frontera hacia Argelia. Por primera y única ocasión durante la guerra de independencia que habían emprendido desde noviembre de 1954, el FLN y el ALN podían sepultar a uno de los suyos con todos los honores: ‘En la frontera argelina. Dos pelotones del ALN presentan armas mientras el ataúd entra a territorio nacional. El ataúd es colocado en una camilla hecha con ramas, levantado y cargado por la pendiente, por quince djounoud. Comienza una impresionante marcha a través del bosque, mientras dos columnas de soldados del ALN hacen guardia en la colina y en el valle para proteger la ruta que sigue la columna. El bosque es majestuoso, el cielo deslumbrante; la columna se desplaza en absoluto silencio y calma... Se pueden escuchar disparos en el valle, más allá por el norte. Muy alto en el cielo vuelan dos aviones. La guerra está ahí, muy cerca, a la mano, y al mismo tiempo todo está en calma aquí. Una procesión de hermanos ha venido a concederle a uno de los suyos su último deseo...' " [2]
La última obra de Fanon, Los condenados de la Tierra (1961), fue llamado por su editor "el manual de la revolución negra". Un libro que se transformó en uno de los documentos centrales de los movimientos independentistas alrededor del mundo y que desempeñó un papel de primer orden en el desarrollo ideológico de la posición anticolonial, la unidad nacional, la cultura y la lengua; no sólo de los pueblos del África, sino de todos los que se encontraban en situación de opresión. Fue un texto consultado permanentemente por las izquierdas latinoamericanas del siglo XX por contener en su esencia la semilla de la liberación del orden capitalista del mundo. Escrito en víspera de su prematura muerte y en plena madurez política, Los condenados de la Tierra viene a ser el emblema de la lucha anticolonial. Aferrándose a la idea de que la respuesta a la violencia indiscriminada e ilimitada no puede ser otra que la violencia misma pero, una violencia revolucionaria organizada con una alta dosis de conciencia social y un programa de lucha -no espontánea ni fruto del resentimiento-, sino trabajada e interiorizada, es propuesta como herramienta fundamental para combatir el colonialismo y para que triunfe la nación.
Fanon considera al colonialismo un fenómeno social de naturaleza cultural que trae inserto el problema del racismo. Ese desprecio al nativo del que aún somos testigo considerándosele inferior e irracional; ese odio exacerbado hacia lo "diferente", el maltrato y la represión, son mecanismos inherentes a la dominación que surge del paradigma positivo bajo el cual vivimos desde hace poco más de dos lustros. No es precisamente algo que pertenezca a la memoria del pasado o a un orden mundial obsoleto. Por eso, la palabra de Fanon, aunque encajada muy explícitamente en su momento histórico, no deja de tener vigencia y eco en la actualidad.
Dicho por el propio Frantz Fanon en su primer libro Piel Negra, Máscaras blancas (1952), y aplicado también en los sucesivos: "Toda forma de la existencia empieza en este texto con un fuerte anclaje en la historicidad (...). La arquitectura de este trabajo se sitúa en lo temporal. Todo problema humano demanda ser considerado a partir del tiempo. Pues el ideal supone siempre que el presente sirve para construir el porvenir. Este porvenir, este futuro no es aquél del cosmos, sino más bien el de mi siglo, mi país, mi existencia. De ninguna manera me propondré la preparación del mundo que me sobrevivirá. Pertenezco irreductiblemente a mi época. Yo viviré para ella. El futuro será una construcción sostenida por el hombre existente. Esta edificación se vincula con el presente en la medida en que considero ese presente como algo a superar" (Piel negra :12) [3].
Cómo no decir que Fanon dejó en cada uno de sus textos ilusiones al hombre común; esperanzas para el que se creyó y se cree vencido, aliento para continuar la lucha, pensamiento inmortal heredero y sucesor de una verdad que da miedo, que desgarra, que molesta, que hostiga, razones todas por la que muchos no la han querido escuchar.
"Compañeros: hay que decidir desde ahora un cambio de ruta. La gran noche en la que estuvimos sumergidos, hay que sacudirla y salir de ella. El nuevo día que ya se apunta debe encontrarnos firmes, alertas y resueltos.
Debemos olvidar los sueños, abandonar nuestras viejas creencias y nuestras amistades de antes. No perdamos el tiempo en estériles letanías o en mimetismos nauseabundos. Dejemos a esa Europa que no deja de hablar del hombre al mismo tiempo que lo asesina dondequiera que lo encuentra, en todas las esquinas de sus propias calles, en todos los rincones del mundo.
Hace siglos que Europa ha detenido el progreso de los demás hombres y los ha sometido a sus designios y a su gloría; hace siglos que, en nombre de una pretendida "aventura espiritual" ahoga a casi toda la humanidad. Véanla ahora oscilar entre la desintegración atómica y la desintegración espiritual.
Y sin embargo, en su interior, en el plano de las realizaciones puede decirse que ha triunfado en todo" [4]
Fuentes:Delich, Francisco. La teoría de la revolución en Franz Fanon (Revista Pasado y Presente, 1965)
Fanon, Frantz. (1973) Piel Negra, Máscaras blancas. Editorial Abraxas,Buenos Aires, Argentina.
Fanon, Frantz (1963). Los Condenados de la Tierra. Fondo de Cultura Económica. México. 157p.
[1] Oto, Alejandro José De. Frantz Fanon : política y poética del sujeto poscolonial / Alejandro J. de Oto. - - México : El Colegio de México, Centro de Estudios de Asia y África, 2003. 232 p.
[2] Frantz Fanon, por David Macey; Cita de "El Moudjahid", 21 de diciembre de 1961. Tomado del documento on line: http://www.redbetances.com/columnas/julio-muriente/320-julio-a-muriente-perez.html.
[3] Oto, Alejandro José De. Apuntes sobre Historia y Cuerpos Coloniales: Algunas Razones para Seguir Leyendo a Fanon en: http://www.jhfc.duke.edu/wko/dossiers/1.3/AD...
[4] Fanon, Frantz (1963). Los Condenados de la Tierra. Fondo de Cultura Económica. México. 157p.
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