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Decir verdades
Por: Samuel Mba Mombé
Fuente: Redes Sociales
¿Por qué a los guineanos no les gusta escuchar verdades? Todos se enfadan, se enojan, arremeten contra los que les dicen las verdades, hasta amenazan con pleitos y todo eso, porque no estamos acostumbrados a que nos reprochen, nos critiquen y me refiero especialmente a los líderes” políticos. Cuando uno se hace político asume el riesgo de que no todos le vayan a reír las gracias, lo que deberían aceptar como una ley natural. Los políticos que no aceptan las críticas y consideran a sus críticos como enemigos a batir, no deberían quejarse cuando el régimen nos considera "enemigos de la Patria".
Me da la impresión de que algunos guineanos se han lanzado en esta aventura politiquera sin antes haber reflexionado seriamente sobre lo que es hacer política o ejercer la profesión de político. Algunos se han atrevido auto-nombrarse “lideres” de la oposición con unos partidos cuyos miembros o militantes son él, su mujer e hijos o algún que otro amigo de juergas. Esos auto-nombrados líderes hacen un flaco favor a la oposición que sólo lucha para erradicar la dictadura.
En mi modesta opinión, este fenómeno es consecuencia de la falta de cultura política de la que seguimos siendo víctimas y que hace que los “líderes” crezcan como hongos y que cada guineano hasta el que nunca ha ido a la escuela para formarse, se crea capaz de poder dirigir los destinos de nuestro país. Algunos de los que llevamos bastantes años en eso de política no tenemos ese coraje, osadía o atrevimiento de llamarnos “líderes” políticos sino simplemente activistas, disidentes u opositores sin más etiquetas.
Lo que llama la atención es que muchos guineanos que nunca quisieron saber nada de política u otros que cuando se empezó la lucha política contra la opresión en nuestro país ni siquiera habían nacido, hoy en día son los que están auto-proclamándose por los cuatro vientos, “líderes” políticos de la oposición, sin una experiencia política probada. Este es el error que cometemos los que luchamos contra la dictadura.
Antes de la proclamación pomposa del multipartidismo a comienzos de la década de los ’90, eran muy pocos los guineanos que se interesaban por la política. Recuerdo en 1987 cuando fui elegido Secretario General de la ANRD, a uno que después fue un “líder” político de UP, que me dijo: “Estáis perdiendo el tiempo con eso de la política. No encuentren argumento para justificar el abandono a vuestras familias”. Desgraciadamente esa persona que me fue muy cercana y que conocí antes de irme a estudiar fuera de Guinea, falleció ya siendo Diputado del PDGE y se le conoce por la famosa frase de: “el político es como camaleón. Cambia los colores según las circunstancias” y lo dijo cuando ya estaba para “reinsertarse” al PDGE.
Con este ejemplo quiero mostrar que los “líderes” políticos que empezaron a crecer como hongos con la “apertura democrática”, la mayoría han terminado comiendo en la “kosina” y son los que vemos en contubernio con la dictadura que ayer decían combatir. Esto demuestra a todas luces que son políticos oportunistas y de conveniencia, razón por la que se han vendido al primer postor.
También tenemos en las filas de la oposición a “líderes” que tras servir a las dos dictaduras y por las desavenencias con ellas, creen ser los herederos de la corona de Akok-kam aun sin tener sangre azul. Como dice el refrán: “querer no es nocivo”. No es ningún delito que algunos a pesar de su paso por las dos dictaduras o por una de ellas, aspiren a coger las riendas del país porque como guineanos que son, tienen este derecho salvo que por imperativos de la Ley, estén inhabilitados a presentarse a las elecciones cualesquiera que fuesen. Lo que sí que no es de recibo es que esos piensen que tienen cheque en blanco para hacerse con el poder.
Cualquier cambio político que se produzca en Guinea Ecuatorial debería ser a través de unas elecciones libres, democráticas y transparentes a fin de que sea el Pueblo el único juez que dicte el veredicto eligiendo al candidato que mejor se venda y que presente la mejor alternativa para el relanzamiento del país. Esta es la la posición de los que creemos en la DEMOCRACIA escrita con mayúsculas y no en brujerías y/o misterios.
Fuente: Redes Sociales
¿Por qué a los guineanos no les gusta escuchar verdades? Todos se enfadan, se enojan, arremeten contra los que les dicen las verdades, hasta amenazan con pleitos y todo eso, porque no estamos acostumbrados a que nos reprochen, nos critiquen y me refiero especialmente a los líderes” políticos. Cuando uno se hace político asume el riesgo de que no todos le vayan a reír las gracias, lo que deberían aceptar como una ley natural. Los políticos que no aceptan las críticas y consideran a sus críticos como enemigos a batir, no deberían quejarse cuando el régimen nos considera "enemigos de la Patria".
Me da la impresión de que algunos guineanos se han lanzado en esta aventura politiquera sin antes haber reflexionado seriamente sobre lo que es hacer política o ejercer la profesión de político. Algunos se han atrevido auto-nombrarse “lideres” de la oposición con unos partidos cuyos miembros o militantes son él, su mujer e hijos o algún que otro amigo de juergas. Esos auto-nombrados líderes hacen un flaco favor a la oposición que sólo lucha para erradicar la dictadura.
En mi modesta opinión, este fenómeno es consecuencia de la falta de cultura política de la que seguimos siendo víctimas y que hace que los “líderes” crezcan como hongos y que cada guineano hasta el que nunca ha ido a la escuela para formarse, se crea capaz de poder dirigir los destinos de nuestro país. Algunos de los que llevamos bastantes años en eso de política no tenemos ese coraje, osadía o atrevimiento de llamarnos “líderes” políticos sino simplemente activistas, disidentes u opositores sin más etiquetas.
Lo que llama la atención es que muchos guineanos que nunca quisieron saber nada de política u otros que cuando se empezó la lucha política contra la opresión en nuestro país ni siquiera habían nacido, hoy en día son los que están auto-proclamándose por los cuatro vientos, “líderes” políticos de la oposición, sin una experiencia política probada. Este es el error que cometemos los que luchamos contra la dictadura.
Antes de la proclamación pomposa del multipartidismo a comienzos de la década de los ’90, eran muy pocos los guineanos que se interesaban por la política. Recuerdo en 1987 cuando fui elegido Secretario General de la ANRD, a uno que después fue un “líder” político de UP, que me dijo: “Estáis perdiendo el tiempo con eso de la política. No encuentren argumento para justificar el abandono a vuestras familias”. Desgraciadamente esa persona que me fue muy cercana y que conocí antes de irme a estudiar fuera de Guinea, falleció ya siendo Diputado del PDGE y se le conoce por la famosa frase de: “el político es como camaleón. Cambia los colores según las circunstancias” y lo dijo cuando ya estaba para “reinsertarse” al PDGE.
Con este ejemplo quiero mostrar que los “líderes” políticos que empezaron a crecer como hongos con la “apertura democrática”, la mayoría han terminado comiendo en la “kosina” y son los que vemos en contubernio con la dictadura que ayer decían combatir. Esto demuestra a todas luces que son políticos oportunistas y de conveniencia, razón por la que se han vendido al primer postor.
También tenemos en las filas de la oposición a “líderes” que tras servir a las dos dictaduras y por las desavenencias con ellas, creen ser los herederos de la corona de Akok-kam aun sin tener sangre azul. Como dice el refrán: “querer no es nocivo”. No es ningún delito que algunos a pesar de su paso por las dos dictaduras o por una de ellas, aspiren a coger las riendas del país porque como guineanos que son, tienen este derecho salvo que por imperativos de la Ley, estén inhabilitados a presentarse a las elecciones cualesquiera que fuesen. Lo que sí que no es de recibo es que esos piensen que tienen cheque en blanco para hacerse con el poder.
Cualquier cambio político que se produzca en Guinea Ecuatorial debería ser a través de unas elecciones libres, democráticas y transparentes a fin de que sea el Pueblo el único juez que dicte el veredicto eligiendo al candidato que mejor se venda y que presente la mejor alternativa para el relanzamiento del país. Esta es la la posición de los que creemos en la DEMOCRACIA escrita con mayúsculas y no en brujerías y/o misterios.
Etiquetas:
Guinea Ecuatorial, Opinión, Samuel Mba Mombé
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