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La Justicia Universal es para las termitas no para los elefantes

El hermafrodita durmiente, escultura de bronce del siglo XVI de Gianfrancesco Susini, Foto: Wikipedia

Por: Antumi Toasijé
Historiador
Director de Africanidad.com

Según informaciones un tanto confusas de varios medios independientes que no podemos confirmar: Teodoro Nguema Obiang Mangue, Teodorín, hijo del presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang Nguema Mbasogo y Vicepresidente Segundo Encargado de la Defensa y Seguridad del Estado, se encontraría, desde finales de enero, eventualmente detenido o retenido en Curaçao por las autoridades holandesas. Teodorín, a quien Obiang y su esposa Constancia quieren colocar como sucesor de la dinastía, enfrenta en Francia un juicio sobre presunta corrupción, presunto blanqueo de capitales y presunto saqueo de las arcas públicas de Guinea Ecuatorial, a punto de fijarse nada presuntamente en la Corte de París.



Teodorín "disfrutando". Foto: diariorombe.es

Sabemos que personas como Teodoro Nguema utilizan presuntamente Guinea Ecuatorial como una finca particular para hacer y deshacer, en familia y su antojo, obteniendo fondos presuntamente  ilícitos que presuntamente invierten o gastan en medio mundo. Lo que no tenemos todos tan claro es el porque del "ahora sí, antes no".

No es que vayamos a defender al régimen dictatorial de Guinea Ecuatorial, todo lo contrario siempre lo hemos criticado abiertamente, pero cuidado, porque dejar la tarea de limpiar la casa en manos ajenas nos puede salir muy caro.

El caso es que sospechosamente, la aceleración del nuevo juicio a Teodoro Nguema Obiang, viene en paralelo al hecho de que su padre Teodoro Obiang, con muy buen criterio (algo tiene que hacer bien de vez en cuando), haya promovido un boicott contra la Corte Penal Internacional tras saberse que el Tribunal supuestamente Internacional iniciará su proceso contra el democráticamente electo Presidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbó, depuesto por Francia en 2011 bajo cobertura de Naciones Unidas. Todo ello para imponer al posible compinche de Nicolás Sarkozy, Alassane Ouattara.

Si esto no se estuviera repitiendo en el tiempo como un bucle no lo creeríamos, pero es así. En octubre de 2011 nos desayunábamos con la noticia de que Francia se incautaba varias propiedades de Teodorín en Francia, entre ellas 14 coches de lujo, y posteriormente una mansión y su contenido entre el que se encontraban varias obras de arte como una escultura de bronce del siglo XVI de Gianfrancesco Susini adquirida por más de 700.000 euros en Christies. El valor total de lo incautado, unos 20 millones de Euros. ¿Y el destino? las arcas francesas; al pueblo guineano nada de nada; de nada.

Hay que saber que poco antes, en marzo de ese mismo año, Teodoro Obiang, había hecho maniobras para apoyar militarmente al acorralado Muamar el Gadafi, perplejo en su cerco internacional. Sí, perplejo porque según Saif al Islam (hijo de Gadafi), supuestamente el mandatario libio habría pagado la campaña electoral de Nicolás Sarkozy, a pesar de lo cual éste le había traicionado, iniciando, resueltamente y por su cuenta, la campaña de bombardeos sobre Trípoli.

Los museos franceses, británicos y occidentales en general, siguen llenos de obras robadas a los pueblos de África. En el siglo XIX, se decía que los Reyes africanos eran crueles y avariciosos y lo eran, aunque generalmente bastante menos que los reyes europeos, que por algo hubo una revolución francesa. Pero esa fue una de la excusas para robar el patrimonio africano y meterlo en museos europeos. Así que... ¡Qué hermoso sería poder tener en un museo africano la escultura de Gianfrancesco Susini, a cambio de alguna de nuestras maravillosas obras de arte que se encuentran en el Louvre o en el British Museum! Al fin y al cabo fue comprada gracias al dinero de los guineanos. Lástima que ya se encuentre expuesta en el Metropolitano de Nueva York. 

Aunque, por otra parte, más hermoso aún sería tener a Sarkozy sentado en un banquillo en Yamusukro o en Trípoli. Lástima que eso no sea posible, hoy por hoy.

La Justicia Universal, bello concepto completamente pervertido, es una vez más, para las termitas en sus termiteros, y sólo para las termitas díscolas que se comen la comida de los elefantes, pero nunca, por supuesto, para los elefantes por mucho que anden por ahí pisoteando termiteros a su antojo.


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Antumi Toasijé

Antumi Toasijé
Doctor en Historia, Cultura y Pensamiento

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