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Melilla, España: Khadija primero te desahucian y luego te quitan los hijos

Khadija, trabajadora doméstica, víctima de violencia machista, fue desahuciada del piso donde vivía y ahora le quitan sus hijos por no tener un techo.



Khadija, de origen marroquí, lleva doce años en Melilla trabajando en el servicio doméstico. Ha sido víctima de violencia machista por parte de sus dos maridos. Tiene cuatro hijos, dos con nacionalidad española y dos con nacionalidad marroquí, una de ellas menor de edad, que no ha podido ser escolarizada pese a que en España todos los niños deben estar escolarizados, una más de las leyes violadas sistemáticamente en Melilla. Tras años de incansable trabajo, fue desahuciada del piso donde vivía con sus hijos cuando su marido la dejó y se negó a contribuir económicamente a los gastos familiares. No podía pagar los 500 euros de alquiler y fue puesta en la calle junto a sus tres hijos menores de edad.

Como una ciudadana convencida de vivir en un país en el que el Estado protege a los ciudadanos, se dirigió a la Consejería de Bienestar Social pensando que le darían amparo, que la ayudarían a encontrar un sitio donde pasar la noche para que sus hijos no durmieran en la calle. Sin embargo, la respuesta que encontró fue que "le abrirían un expediente", le recomendaron que se fuera a Marruecos -pese a que sus niños de cuatro y siete años están en el colegio y tienen nacionalidad española-, y la advertencia de que "le quitarían a sus hijos" de seguir en esa situación. La Consejería de Bienestar Social.

Khadija se encontró viviendo en la calle, sobreviviendo de la caridad y de su propio trabajo, que siguió realizando mientras sus niños seguían yendo al colegio. Les convenció de que estaban de camping. Ahora ya explican que están en la calle porque son pobres.

Khadija se olvidó de lo que se había esperado de ella durante todos estos años: que fuese sumisa, agradecida, callada, invisible. Cogió unas pancartas, unos folios para sumar firmas a su causa y avisó a los medios locales. Unos días después la Consejería les pagó el alojamiento en una pensión durante una semana. Después, vuelta a la calle. Mientras la Consejera de Bienestar, María Antonia Garbín, declaraba que la familia estaba siendo correctamente atendida ante los medios, Khadija era desalojada por la policía, junto a sus hijos, de la puerta del Ayuntamiento donde recogía firmas apenas unas horas después de que la policía hubiera intentado arrebatarle a los niños y ponerla a disposición judicial acusándola de abandono de menores. Varios organizaciones presentes en el sitio lo impidieron.

Días después, la Consejería de Bienestar Social le ingresó en su cuenta corriente 1.600 euros en concepto de: un mes de alquiler, fianza y gastos de gestión de un supuesto piso en la calle África de Melilla. Cuando Khadija se acercó a la Gestoría para formalizar el contrato le informaron que dicho piso estaba alquilado a otras personas y que habían comunicado a Bienestar Social desde el principio que la casa en cuestión no era para ella y sus hijos.

La historia completa, en texto y videos, en periodismo humano. http://tomalapalabra.periodismohumano.com/2011/07/23/a-khadija-le-quitan-hasta-los-hijos/

El viernes 22 de julio, varios policías de paisano que no se identificaron como tal, metieron a sus dos hijos de nacionalidad marroquí, de cuatro y siete años, en una furgoneta y se los llevaron. Nada quisieron saber de la niña de nacionalidad marroquí también menor de edad. No le notificaron nada oficialmente hasta que, cuatro horas después, la propia Khadija fue a la Consejería a preguntar qué había pasado con sus hijos, dónde estaban. Desde entonces, Khadija está en cama, inmóvil. Según el médico que la ha visitado, está con una fuerte depresión y estado de ansiedad. No hay pastillas para su dolor.


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Antumi Toasijé

Antumi Toasijé
Doctor en Historia, Cultura y Pensamiento

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