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El Pacífico Colombiano se rebela ante racismo político-estructural

La región del Pacífico de Colombia, de población afrocolombiana en su gran mayoría (98%), se ha rebelado este mes de mayo contra el gobierno central de la nación para exigir justicia económica y social.

Movilizaciones en Quibdó, capital del Departamento del Chocó. Foto: Luis Ernesto Olave Valencia

El departamentos del Chocó en el abandono institucional por el incumplimiento reiterado de las promesas de inversión en dotaciones públicas e infraestructuras, realizó un paro cívico desde el 10 hasta el 27 de mayo en que fue desconvocado al atender la mesa negociadora gubernamental las peticiones de los representantes de más de 70.000 manifestantes.

Representantes del pueblo chocoano en protesta sujetan una bandera del Chocó tras los acuerdos con el Gobierno central de Colombia. Foto: Luis Ernesto Olave Valencia

El paro es una secuela del convocado en agosto de 2016 y que llegó a movilizar a 100.000 manifestantes. En esta ocasión a las movilizaciones se sumaron las comunidades americanas originarias (indígenas), que contribuyeron a mantener el orden, (una competencia comunitaria que tienen), evitando así que saboteadores policiales dieran al traste con las protestas.

Convocatoria a fiscalizar los acuerdos con el gobierno

Las cerca de una centena de organizaciones convocantes del paro cívico chocoano y del Valle del Cauca han señalado el incumplimiento de las promesas de inversión  del Gobierno de Juan Manuel Santos. Sin embargo el problema es profundo y de larga duración, desde siempre los departamentos del Pacífico colombiano ha sufrido el desinterés y el desdén del gobierno central, aún siendo regiones muy productivas y con grandes potencialidades no desarrolladas. En particular se señalan graves deficiencias en sanidad, educación e infraestructuras tales como carreteras, electricidad y agua potable.

El Departamento del Chocó en Colombia

La inseguridad pública, es otro grave problema, tras los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC, grupos criminales y paramilitares vinculados al narcotráfico han ocupado la región sumando el crimen a los problemas estructurales que presenta.

Represión policial en Buenaventura

El ESMAD (Escuadrón Móvil Antidisturbios) de la policía colombiana ha reprimido violentamente las protestas en Chocó y Buenaventura, arrojando grandes cantidades de gases lacrimógeneos contra personas indefensas que ejercían su derecho de protesta en las calles, afectando incluso a niños.


Buenaventura, en el departamento del Valle del Cauca es el primer puerto en importancia económica de Colombia, con el 60% del volumen del comercio marítimo del país, sin embargo ese porcentaje es similar a su tasa de desempleo y su nivel de pobreza. Las entidades convocantes denuncian que la situación de paro generalizada y de miseria para cerca del 20% de la población, se debe a la privatización de los servicios portuarios iniciada por el ejecutivo de César Gaviria con la Sociedad Portuaria regional de Buenaventura SA, controlada, por grandes familias oligárquicas y consorcios empresariales.

El Departamento del Valle del Cauca, Colombia

En ambos departamentos y en general en todo el país existe el sentimiento de que el abandono institucional se debe al racismo estructural, y por tanto político, existente en Colombia. Históricamente las poblaciones de origen africano y de origen americano, viven de forma generalizada en la mas absoluta injusticia socio-económica y padecen altos índices de pobreza y violencia como consecuencia de un trato político desigual que les convierte en ciudadanos de tercera en su propio país.

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Antumi Toasijé

Antumi Toasijé
Doctor en Historia, Cultura y Pensamiento

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