Indignación en Lavapiés: la policía abre fuego peligrosamente

Por: Antumi Toasijé

Historiador, Director de Wanafrika.org

toasije@gmail.com

No se trató de un tiroteo como afirman algunos medios, la policía abrió fuego por su cuenta y riesgo.

El diario ABC y otros medios dieron cuenta ayer Domingo 27 lo sucedido en el céntrico barrio de Lavapiés donde unos policías locales vestidos de paisano procedieron a la detención e inmovilización lenta y agónica de un vendedor ambulante en la calle Amparo. Uno de los agentes al ser increpado por un compañero del detenido la emprende a porrazos con el mismo, ante la consiguiente reacción de indignación de otros vendedores ambulantes uno de los agentes abre fuego al aire de un modo peligroso, al tratarse el lugar de los hechos de una calle muy estrecha con balcones. Así pues tal y como afirma ABC y se aprecia en su vídeo no se trató de un tiroteo, como señalan algunos medios, la policía abrió fuego por su cuenta y riesgo y sin amenaza armada alguna. Posteriormente se produce la lógica reacción de indignación vecinal con varios heridos.

Esta detención se produce apenas unos días tras la nueva directiva policial que especifica que la Policía Nacional solo podrá trasladar a dependencias policiales a efectos de identificación (es decir retención para identificación) a aquellas personas sin identificar y de las que "razonable y fundadamente" pueda presumirse que están "en disposición actual de cometer un ilícito penal", asimismo la norma afirma erradicar las redadas racistas (con lo cual se entiende que existían) y señala que las identificaciones de personas que infundan sospechas deberán realizarse de forma "proporcionada, respetuosa y del modo que menos incidencia genere en la esfera del individuo". Reitera también la prohibición de "actuaciones innecesarias, arbitrarias, abusivas" o que supongan una extralimitación de las facultades que el ordenamiento jurídico otorga a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Así pues la pregunta, además del estupor ante el uso del arma es si la policía debía haber detenido al mantero o imponerle una multa por venta ambulante, la segunda pregunta es si debería haber sido arrojado el vendedor al suelo o se le debería haber tratado con la dignidad que toda persona merece y la tercera pregunta es si es proporcionado dar porrazos a alguien que simplemente te increpa.

Estamos demasiado habituados a ver cómo se detiene a las personas negras...

El que los manteros fuesen personas negras y los policías blancos no debería tener ninguna importancia de no ser porque estamos demasiado habituados, aunque nunca nos acostumbraremos, a ver cómo se detiene a las personas negras. Demasiado a menudo en el ardiente el suelo y esposados, demasiado a menudo con exceso de fuerza y con brutalidad física y verbal, demasiado a menudo dehumanizándonos demasiado a menudo pensando que no nos da vergüenza y nos nos importa ser tratados como animales. La venta ambulante en España no es una actividad legal a menos que se disponga de licencia, esto se hace para proteger los intereses de los comerciantes con local que supuestamente pagan impuestos, pero desde luego no es un delito que implique ninguna clase de violencia a priori. De modo que lo proporcional es no utilizar la violencia a menos que la empleen con uno, e incluso en ese caso la respuesta debe ser proporcionada.

He vivido en varias ciudades de España, y también en zonas turísticas y nunca vi detener a un mimo, un vendedor de artesanías o a un pintor callejero con la misma saña con que se detiede a un "mantero". Todo el mundo sabe que esas actividades suelen ser ilegales pero también todo el mundo sabe que es un derecho inalienable de los Seres Humanos buscar una forma de sobrevivir y si esto se hace sin violencia y sin dañar a los demás, pues mucho mejor. Se me podrá decir que la policía suele ser brutal, los hechos de las últimas protestas estudiantiles y del 15M lo ponen de manifiesto, sin embargo una cosa es una carga policial en una manifestación cuya desproporción es también condenable y otra una detención puntual innecesaria y humillante de alguien que sólo busca salir adelante. Es imprescindible que se imponga la cordura, del tiro al aire al tiro a bocajarro indiscriminado que vemos tan a menudo en países como EEUU no hay más que un paso, porque al final las políticas de represión y todavía más en el actual contexto de crisis económica no hacen sino empujar a la gente normal al abismo por falta de opciones. Y en las calles sumidas en el abismo del capitalismo excluyente sí que son frecuentes y mortales los tiroteos.